lunes, 14 de febrero de 2011

El ensayo es la clave


Muchas universidades nos piden ensayos como parte de nuestra aplicación.  En los últimos años he tenido la dicha de ayudar a varias personas a redactar o al menos aportar con ideas o edición de estos ensayos.  Aparte, después de haber escrito varios yo para las diversas aplicaciones a lo largo de mi vida, les comparto algunas recomendaciones en cuanto al tema, ya que, sin duda y con toda razón, es una de las  partes más importantes en el proceso de selección. 


No te pongás tenso: 
Si vas a escribir sobre tu vida para convencer a gente acostumbrada a leer sobre la vida de los estudiantes en que sos la persona que ellos buscan, y es tu oportunidad de pintarles con los mejores colores cómo te distinguis del resto, permitir que los nervios se apoderen de vos no ayuda de mucho.  Mucha tranquilidad, que llegó la hora de convencerte y aceptar de que ha llegado la hora de escribir 
un buen ensayo.


El tema y su originalidad:
Agarrá lápiz y papel (bueno, yo abriría un Word Document o algo así) y escribí unas cuántas historias que han sido puntos claves de cambio en tu vida.  Al hacer esto, bajo ninguna circunstancia, pensés: "mi vida no es tan interesante, no tengo nada de qué escribir", porque todos tenemos algo que contar.  No es necesario haber sobrevivido el Titanic para hacer la historia interesante. 
Al escoger el tema, es vital que sea original; una historia que de verdad sea única y que sea muy importante para vos. No importa cuál sea el tema, lo importante en verdad es demostrar que fue una lección de vida y que ahora sos una mejor persona de lo que serías si no te hubiera pasado eso. El tema no tiene que ser necesariamente formal, sino algo que te 
haya impactado, que te transformó la manera de ver las cosas. 

La introducción y la conclusión son lo más importante:
El primer párrafo es lo que le da al lector una idea global de lo que está a punto de leer; y, dado que la conclusión es una afirmación y cierre de la introducción, estos dos párrafos son dignos de nuestro tiempo, cuidado, y pensamiento. También es cierto que el ensayo usualmente debe ser corto, así que hay que ser conciso y claro. Tratá de no exagerar las historias ni dramaticés desproporcionadamente, pero, de alguna manera hay que hacer que estas partes del ensayo sobresalgan.  Entre la introducción y la conclusion, lo importante es hacer ver al lector que de verdad hemos aprendido y reflexionado a través de esa experiencia en particular.

Creete lo que sos: 
En algún lado escuché que el que no se cree lo que vale no vale nada.  Ahora es tu momento para darle importancia a una historia en tu vida, y construir sobre ella una nueva experiencia.  No es de ser un/a arrogante sin causa y decir que el mundo se hundiría si no hubieras nacido. Simplemente se trata de venderse como el mejor candidato posible, y para eso, tenés que creertelo vos primero... la confianza, antes de transmitirla hay que tenerla. 
Muchos estudiantes han sido seleccionados por su ensayo a pesar de que sus notas no eran tal vez las mejores.  Así que tomate tu tiempo, no dejés tu ensayo para el último momento. Dejá que varias personas lo lean cuando esté finalizado y te comenten. Aceptá sugerencias, y si se te cruza una idea de un párrafo u oración en la ducha, salí y apuntala.  Y una vez que comencés a escribir, no pares. Entre más párrafos tengás, mejor. Después vendrá el momento de editar, recortar, moldear y concretizar. 

domingo, 13 de febrero de 2011

El primer paso es el más difícil de dar

Cualquier bebé estaría de acuerdo conmigo. Les cuesta muuucho esfuerzo y tiempo dar ese primer pasito.  Pero, aunque les cueste, lo terminan dando.

A mí también me cuesta dar el primer paso en los proyectos, ideas, y planes que tengo en la cabeza. Estoy segura de que nos pasa a todos. Lo esencial es no permitir que esas ideas se nos vayan de las manos por falta de información, por que parezca demasiado complicado o caro, por la sensación de que no lo vamos a lograr, o, peor aún, porque alguien nos diga que somos incapaces.  Además, es importante ser persistente y no perder de vista nuestras metas porque se nos pasa el tiempo hasta que nos acostumbramos a olvidarlas.

El perfecto ejemplo de lo que cuesta dar el primer paso es este blog.  Llevaba meses pensando en la idea; en qué genial sería comenzarlo. Tenía la idea de compartir mi historia de estudios en el extranjero, desde el momento de aplicar hasta el momento de regresar, y a través del blog aportar la máxima información que podría entusiasmar a otras personas a hacer lo mismo. Tenía las ganas de sentarme a escribir mi primera entrada, sin importar cómo saliera. Hasta hoy, que finalmente convierto esas ganas en acción.

Así que, a todos esos que "se ven allá", en aquél país, estudiando aquel programa o carrera que les gusta, espero que este blog les estimule a tomar el primer paso y a convertir sus ideas en acción.